Primavera árabe y violencia

Dora Amador. EL NUEVO HERALD.

Lo sabemos, en las elecciones celebradas en Marruecos, Túnez y Egipto han ganado los partidos islamistas. Podemos estar convencidos de que en esos países se instaurarán gobiernos regidos por la sharia. El código moral por el que se regirá la nación y cada hogar será el Corán. Pero aquí no hay lugar para la condena, porque creemos en la democracia. Si las elecciones han sido limpias, el mundo no sólo debe respetar la decisión soberana de los egipcios, tunecinos y marroquíes, debe ejercer una diplomacia nueva y eficaz para que sean nuestros amigos e incluso aliados. No veo por qué no pueda ser así si estos gobiernos no dan muestras de ser yihadistas y no protegen a terroristas.

Pero lo que no se puede respetar y sí denunciar y combatir sin descanso hasta que acabe, es la persecución y la terrible matanza de cristianos que se están llevando a cabo en esos tres países y muchos otros, la mayoría ciertamente musulmanes.

“Los cristianos son el objetivo número uno de persecución en todo el mundo”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores del Vaticano, Dominique Mamberti, el 27 de septiembre, al hablar en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

“La falta de respeto a la libertad religiosa representa una amenaza para la seguridad y la paz”, dijo Mamberti. “Estamos viendo un aumento de la intolerancia por motivos religiosos y observamos que los cristianos son el grupo religioso que más sufre persecución a causa de su fe”, dijo el cardenal.

Lo que denunció Mamberti no sorprende a las personas que están informadas sobre este doloroso tema y muchas luchan por salvarle la vida a miles de cristianos que en estos momentos están siendo decapitados, quemados vivos, descuartizados, encarcelados y torturados, sus casas y sus barrios incendiados, por un solo motivo: su fe cristiana. Lo sabemos, lo sufrimos, leemos los reportajes e informes y vemos las fotos aterradoras del odio religioso. Quien dude de esto puede visitar, y de hecho insto a los cristianos a que lo hagan, las páginas web de las organizaciones que en el mundo se ocupan de denunciar estos crímenes y ayudarlos donde quiera que estén: Persecution.com; Persecution.org; christianpersecution.info; csw.org.uk/home.htm (Christian Solidarity Worldwide. Voice for the Voiceless); wheregodweeps.org; pakistanchristianpost.com; opendoorsusa.org; compassdirect.org; intoleranceagainstchristians.eu; E-libertadreligiosa.net.

Contrario a lo que se podría imaginar un ciudadano occidental, después del derrocamiento del presidente Zine al Abidine Ben Alí, en la democrática Túnez, la violencia religiosa anticristiana ha ido escalando, hecho que recientemente lanzó a las calles a más de mil personas exigiendo el cese de esta violencia; lo mismo sucede en Marruecos, pero de estos estados que vivieron la Primavera árabe, ninguno le gana a Egipto en cantidad y cruel calidad de actos contra los coptos.

Si en octubre, antes de llevarse a cabo las elecciones en que ganaran los islamistas, el ejército egipcio atacó cruelmente una manifestación pacífica de coptos en el centro del Cairo, asesinando a 24 personas y dejando a otras 200 heridas, ¿podemos esperar tolerancia religiosa en Egipto? Al menos 40 personas fueron arrestadas durante la noche siguiente y aún no se sabe cuántos cristianos fueron arrojados al Nilo por los soldados musulmanes en esa noche sangrienta del domingo 9 de octubre de 2011.

Quien que haya estado al tanto de estos acontecimientos en el Medio Oriente, ¿ olvida la matanza perpetrada en la iglesia copta de Alejandría el día de Navidad de 2010? La imagen de Cristo pintada en una de las paredes de la iglesia quedó llena de sangre de los fieles. La imagen le dio la vuelta al mundo en los noticieros y periódicos. Se supo después que el ejército egipcio se retiró de los alrededores del templo –que se suponía protegiera– una hora antes de que los fundamentalistas islámicos atacaran.

Así, bañada en la sangre de los coptos asesinados, quedó una imagen de Cristo en la iglesia de los Santos en Alejandría que fue bombardeada por musulmanes egipcios. Esa noche festiva para los cristianos hubo 21 muertos y 96 heridos en el templo en un hecho que se conoce como "La masacre de Navidad".

Foto: http://vocacionesagustinas.blogspot.com

Aunque parezca increíble por tardío, por inconciencia, por pecado social fue este hecho el que despertó la conciencia del mundo occidental. El 11 de enero de 2011 los diputados europeos aprobaron una resolución que condena la violencia de matriz religiosa. En ella los diputados europeos denuncian “la instrumentalización de la religión en conflictos de naturaleza política” y piden una estrategia de la Unión Europea para reforzar el derecho humano a la libertad religiosa. Esta estrategia debería prever “una lista de medidas que puedan tomarse contra aquellos países que no garanticen la protección a las comunidades religiosas”.

Ha pasado un año, la matanza de cristianos no ha cesado. Según un informe publicado por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), cada cinco minutos un cristiano muere asesinado por su fe.