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viernes, 9 de septiembre de 2011

Islam e islamismo

Roland J. Behar

Existe una marcada diferencia entre islamismo e Islam. El Islam es una religión como todas, cuyos feligreses practican y respetan los cánones del Corán en mayor o menor grado, dependiendo de su religiosidad y entorno. Como dicen algunos; las religiones son como los supermercados: cada quien se lleva lo que desea.

El surgimiento del islamismo responde a un exacerbado complejo de inferioridad de los musulmanes de origen árabe, tras la caída del imperio otomano en los albores del pasado siglo. Se deriva de su resentimiento ante el desarrollo de la moral, la ética y las costumbres occidentales, partiendo del Renacimiento y sazonado con la trasnochada nostalgia por la Época de Oro del Islam y el Califato.

Al producirse el estrepitoso final del Imperio Otomano, el entorno que había unido a los musulmanes por cientos de años desaparece y, con ello, la supremacía del Islam en las tierras ocupadas. Esto empeora esos sentimientos de inferioridad ante Occidente por parte de muchos musulmanes.

Es por ello que, en 1928, Hassan El- Bana, un maestro de escuela de 22 años, egipcio, sunita y practicante del sufismo, funda la Hermandad Musulmana. Este hito marca el nacimiento del islamismo sunita de carácter socio-militar religioso, que constituye la piedra angular de todos los grupos islamo-fascistas terroristas como Hamas, Hezbolá y el Yihad Islámico.
Hassan al-Banna (1906 - 1949)
Hassan El-Bana plantea que el Islam, además del canon religioso, es también un modo de vivir. No lo interpreta como lo hicieron sus ancestros, sino que agrega las atribuciones del wahabismo saudita y su elemento base del Yihad (término que significa "lucha a favor de Dios”.) El Yihad es el recurso por el cual aquellos que están fuera de la familia del Islam son conducidos a su regazo, a las buenas o a las malas; en otras palabras: mediante la persuasión, o mediante la fuerza o "guerra santa". El hecho de que a todo musulmán que muere en una guerra santa se le asegure su lugar en el Paraíso, constituye un fuerte incentivo para la práctica de la violencia y el asesinato. Reconquistar las tierras del Islam, uno de los objetivos fundamentales del islamismo, es una guerra santa. Consideran que las “tierras del Islam” son todos los territorios donde domina el Islam, dominó el Islam y donde dominará el Islam. En otras palabras: el mundo.

A raíz de la fundación del Estado de Israel en 1948, la Hermandad Musulmana se alinea con árabes residentes en Palestina, criticando fuertemente al gobierno egipcio por su “displicencia frente al sionismo”. Realizan una serie de actos terroristas en Egipto, suscitando que el gobierno les proscriba. Responden con el asesinato del entonces primer ministro, Mahmud Fahmi Nokrashi, el 28 de diciembre de 1948. El gobierno egipcio reacciona ajusticiando en febrero de 1949, en el Cairo, a Hassan El-Banna. Así nace el terrorismo árabe, primero contra sí mismos, y luego contra Occidente.

Durante los años siguientes se propician acuerdos entre el gobierno egipcio y la Hermandad Musulmana. Fruto de estos es que se permite a estos últimos funcionar como una entidad religiosa por casi un lustro. Esta tregua terminó en 1954 cuando el gobierno egipcio les proscribe nuevamente ante su obcecación en imponer la sharia o Ley Islámica como sustitución de los gobernantes laicos. En represalia, la hermandad intenta asesinar al presidente Nasser. El gobierno arresta a más de cuatro mil miembros de la hermandad provocando la huida precipitada de otros miles a Siria, Arabia Saudita, Jordania y el Líbano. Así se expande e internacionaliza el islamismo en el mundo árabe.

Al comienzo de su exilio, los islamitas, presentaron un bajísimo perfil para ocupar posiciones dentro de las estructuras gubernamentales en Egipto, Jordania, Libia, Líbano y otros países árabes. Inclusive, bajo el término de “independientes” ocupan hoy más de una docena de puestos en el Parlamento egipcio. No es hasta 1979 que logran en Irán su primer gobierno islamista. Hoy nos encontramos ante la amenaza de la aplicación del terrorismo de estado en su forma más letal, que es la guerra atómica contra sus adversarios basada en un mandato divino.

Hoy en día el islamismo y su principal factor aglutinante, Al Qaida, se han convertido en una extensa y poderosa red financiera, estratégica y militar con presencia internacional, que interactúa entre sunitas y chiitas islamitas, emergiendo como entidad que pretende y logra coordinar, entrenar, incitar y promover la confrontación y destrucción de Occidente y su modo de vida, tal como le conocemos.

Alianza Nazi-Hermandad Musulmana
No se vislumbra solución posible hasta que Occidente entienda que nuestra única opción de supervivencia es la destrucción total del islamofascismo, cueste lo que cueste. Nuestra civilización está en peligro.

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