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lunes, 8 de agosto de 2011

¿Le teme Correa al fantasma de los plantones?

Emilio Palacio

EL ACONTECIMIENTO POLÍTICO MÁS IMPORTANTE de las últimas semanas fue el estupor que despertó en la población la sentencia de tres años de cárcel y multa de 40 millones de dólares contra diario El Universo, sus directivos y Emilio Palacio.

Una encuesta de Market reveló que el 79% de las personas consultadas consideran injusta la sentencia. (Vea la encuesta aquí).

"En Carne Propia", el programa de televisión de José Delgado en canal Uno, que con mucha frecuencia alcanza los mayores ratings en barrios como la Trinitaria, los Guasmos o Mapasingue de Guayaquil, le dedicó una emisión al juicio.

Organizaciones y personajes tan disímiles como las cámaras de la producción, el MPD, Jaime Nebot, Osvaldo Hurtado y Fernando Villavicencio, expresaron su repudio. Es la primera ocasión, en cuatro años y medio de correísmo, que izquierda, derecha y centro, empresarios y trabajadores, coinciden en una misma postura política pública.

Pero lo más relevante son los plantones, que desde hace dos semanas se realizan en varios puntos del país.

Los "plantones" es el nombre que le da la población a concentraciones espontáneas de protesta que se convocan a través de redes sociales y ciertos medios de comunicación, sobre todo radios. Los plantones fueron determinantes para la caída de Lucio Gutiérrez. Rafael Correa asegura que en su momento, él fue uno de sus organizadores. Los plantones han sido el fantasma de los últimos gobiernos.

El primer paso lo dieron los trabajadores de El Universo, que el 19 de julio, con motivo de la audiencia del juicio contra el diario, convocaron a un plantón que se ha repitiendo por tres ocasiones.

El ejemplo se replicó en Quito, donde por dos semanas consecutivas se han realizado concentraciones en la Avenida de los Shyris, al norte de la ciudad. La última, que congregó alrededor de 500 ciudadanos, no fue tan exitosa como la primera, a la que acudieron unas 2.500 personas. Pero es solo el comienzo. Cuando cayó Gutiérrez, el proceso también fue muy irregular al inicio pero luego se generalizó.

En Machala se hizo un plantón el jueves, y hay noticias de que en varias otras ciudades, por ejemplo Naranjito, se planifican protestas parecidas.

El Presidente de la República ya demostró su preocupación por este nuevo fenómeno. En su programa del sábado 6 de agosto, denostó a los organizadores del plantón en la capital, de quienes dijo que obedecían consignas del Partido Sociedad Patriótica, pero sin mostrar prueba alguna. 

Hice mi propia averiguación y llegué a la conclusión de que no hay tal. Los plantones de Quito, Guayaquil y Machala han seguido la pauta tradicional de haber sido convocados por ciudadanos de a pie, que coincidieron en un solo llamado. Luego se sumaron periodistas como Diego Oquendo, que concurrió al plantón de Quito para expresar su apoyo, y dirigentes políticos como Carlos Vera y Jaime Nebot, que se sumaron al segundo plantón de los trabajadores de El Universo, con lo cual la iniciativa se fortaleció.

¿Por qué los plantones son tan importantes? Ninguna dictadura ha sido derrotada con artículos de opinión. El periodismo no puede reemplazar la acción directa de la sociedad. El verdadero enemigo de los totalitarismos no es la prensa, como asegura Rafael Correa, sino la población, cuando decide ocupar el espacio de las calles, haciendo uso de su derecho legal y pacífico a la resistencia social.

Correa lo sabe, y de allí que inmediatamente haya reaccionado, tratando de desprestigiarlos. Hay que evitar que lo consiga. La tarea del momento es fortalecer los plantones, participando, propagandizándolos, organizándolos mejor, y sobre todo unificándolos, para que se conviertan en un río caudaloso.

Los partidos políticos y los gremios deben y pueden acudir, pero reconociendo el liderazgo de los ciudadanos, respetando su papel protagónico y no intentando reemplazarlos ni ocupar su sitio.



Nota: Algunos organizadores de los plantones de Quito y Guayaquil me informan que esta semana los realizarán el miércoles, como excepción, pero que luego continuarán los jueves.

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