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lunes, 1 de agosto de 2011

¿Dónde la autocrítica?

Mario J. Viera. 


Me encanta leer la página digital del GRANMA. Sí como no. Resulta divertida. Es como una versión periodística del teatro del absurdo o de la literatura de lo real maravilloso, o de la fantasía literaria. El GRANMA nos muestra una Cuba donde todo es felicidad, donde todos los planes se cumplen... una Cuba virtual más hermosa que la Cuba que se le muestra al turismo extranjero.
Es cierto que muchas veces, las más, sus páginas son monótonas, no porque los escribientes sean pobres en el empleo de las metáforas o en el oficio de manejar el  léxico cervantino, algunos son buenos en el arte de la redacción, es que no les queda más remedio que repetir las consignas del momento o tener que moverse por entre el laberinto de las falacias oficiales tratando de hacerlas parecer como axiomas indiscutibles y justificarlas con forzados silogismos.
De este modo se encuentra uno con conclusiones que no se exprimen del cuerpo de la noticia.
Un ejemplo de esto último dicho es la redacción de la noticia que le tocó aderezar al reportero o reportera, Maylin Guerrero Ocaña, (es que estos neopatronímicos de ahora conducen a la confusión de géneros). Había que reportar sobre las sesiones del genuflexo Parlamento cubano y, específicamente, sobre el informe rendido ante él por el Ministro de Transporte, César Ignacio Arocha Macid.

El Ministro dio respuestas a más de cuarenta supuestas preocupaciones de los diputados sobre la situación del transporte. De acuerdo con el artículo esas “preocupaciones” fueron respondidas “con un enfoque crítico y autocrítico (por) César Ignacio Arocha Macid, ministro del ramo, así como vicetitulares y directivos”
Por supuesta hay que destacar que el intercambio se caracterizó por la “total transparencia en las respuestas”
El que lea el encabezamiento de la noticia pensará que el ministro, como los samuráis japoneses se hará el harakiri de la autocrítica resaltando los fallos presentes en su gestión; porque el transporte en Cuba es apocalíptico, angustioso, fatigante, desesperante.
Las respuestas:
1 Vamos a “la recuperación del sistema ferroviario, con énfasis en el rescate de la disciplina que una vez caracterizó a este estratégico sector” es decir: estamos trabajando en el objetivo de rescatar la disciplina de los empleados, apretando la tuerca lo más que podamos. ¡No faltaba más!
2 “Con dificultades aún, se trabaja en el dragado de los puertos, la rehabilitación de la infraestructura portuaria y la recuperación de la flota mercante para tráficos nacionales e internacionales, que se encuentra totalmente envejecida...”. Es decir, no es culpa mía es culpa de las dificultades del momento y de la chatarra de la flota mercante, que de puro milagro está navegando.
  Las transportaciones de cargas... bueno, hay “mayor participación del ferrocarril en las mismas”. Es que lo estamos haciendo muy bien, somos los mejores con la “reparación y mantenimiento de las vías férreas, las inversiones realizadas en el sector”.
3  Si hay algo malo es culpa de otros, de esos “organismos que no aprovechan nuestras capacidades de transportación de cargas, y generan gastos innecesarios a la economía”. Sin embargo hay que señalar, y señaló el Ministro “que una de las mayores afectaciones económicas en este tipo de transportación fue consecuencia de la paralización de unos 450 equipos de remolque por desperfectos técnicos en los ganchos de arrastre, los cuales constituían un peligro potencial para la seguridad vial”. Si hay problemas y no se les puede achacar a empleados indisciplinados u organismos incumplidores, no el de Transporte, entonces hay que buscarlo en los desperfectos técnicos, que vamos a solucionar porque somos los bárbaros.
4  La transportación de pasajeros... ¡Ah, eso sí le ronca! Pero no es culpa del Ministro ni del ministerio. “...el traslado de personas por ferrocarril aún resulta ineficiente debido a la baja disponibilidad técnica de los coches ferroviarios de pasaje, adquiridos de segunda mano y con más de 25 años de explotación”. El culpable es el anterior ministro de trasporte, y el anterior a ese ministro y el que estuvo primero en la cartera...
5  Mientras, las principales afectaciones en los territorios (...) se producen en el trasporte urbano e interurbano, con un parque envejecido y una disposición técnica muy inestable, siendo La Habana y Camagüey las provincias que en este aspecto presentan mayores problemas” ¡Eso viene de antes! Tal vez el culpable sea el Ministerio de la Construcción que no es capaz de arreglar bien las calles, digo yo.
6  “...el Ministerio de Transporte trabaja por la implementación de algunos mecanismos que incrementen las ofertas de transportación a los ciudadanos, así como la calidad de las mismas, siempre sobre la base de las posibilidades económicas del país, y conscientes de que aún no se puede responder a todas las necesidades de traslado de la población”. ¡Que nadie se haga ilusiones! ¡No se puede responder las necesidades de traslado de la población! ¡Caramba ahora hay más gente que antes de 1959!
Si, definitivamente esto es lo chistoso del GRANMA... ¿Dónde rayos aparece la autocrítica?

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