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martes, 8 de marzo de 2011

La impotencia médica cubana.

En pos de las aspirinas
Resulta un tremendo dolor de cabeza para un cubano quitarse un dolor de cabeza. Señores, en Cuba, la de la “potencia” médica, no es fácil encontrar aspirina o dipirona. Junto a la escasez de productos medicinales en las desvencijadas farmacias cubanas se une el acaparamiento de productos médicos vitales por los empleados de las farmacias.
Es que los empleados de las farmacias tienen también que conjugar el cubanísimo verbo “resolver” y el que quiera “resolver” su dolor de cabeza, tiene que recorrer diversos establecimientos para finalmente “resolver” con algún farmacéutico complaciente una tirita de aspirina o diazepán, por supuesto, previo un pequeño aporte monetario.
Moisés Leonardo Rodríguez, periodista independiente nos informa desde Cuba algo que por más que sea conocido no impide lo sorprendente de la noticia.
Nos informa que tuvo que desandar calles y más calles por La Habana Vieja, Cerro, Centro Habana, Plaza, Lawton, La Lisa y Marianao, casi abarcando toda la geografía citadina, para poder conseguir las 20 tabletas de dipirona de 300 mg que le había recetado el médico como tratamiento para un dolor de cervical.
Al fin pudo “resolver” por cinco pesos sus pastillitas en una farmacia de La Habana Vieja.
Tal vez logró calmar su afección de la cervical, pero los pies seguro que habrá tenido que ponerlos en agua tibia para aliviar la inflamación por la larga caminata, y tomarse luego un buen baño para quitarse los malos olores que se hayan impregnado en sus ropas dentro de los atestados ómnibus habaneros.
¡Que nadie se ría, que esto es bien serio!


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