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viernes, 27 de octubre de 2023

EQUILIBRIO ISRAEL-PALESTINA

 

Mario J. Viera

 


Israel no tiene otra opción en esta guerra asimétrica con las fuerzas terroristas de Hamás, sino la única posible, ganarla y destruir todas las estructuras de Hamás de manera definitiva, lo cual generará la muerte de muchas víctimas inocentes de Gaza, prisioneras de Hamás y reclusas en la franja de Gaza por el cerco que sobre ella mantiene Israel desde el 2007 e impide todo movimiento de gazatíes; a tal punto que Human Rights Watch en su informe del 2021 lo calificara como un apartheid: “Impedir que los palestinos en Gaza se muevan libremente dentro de su tierra natal obstaculiza la vida y subraya la cruel realidad del apartheid y la persecución de millones de palestinos”; es posible que a estos hechos se quiso referir el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, que tanto rechazo recibió por parte del ministro de Relaciones Exteriores, cuando expresó: “Es importante reconocer también que los ataques de Hamás no ocurrieron de la nada”. Aunque debió agregar que Hamás se había aprovechado del descontento acumulado por los palestinos ante los errores políticos que, los gobiernos de derecha en Israel, cometieran desde el final de la guerra de los seis días en 1967.

Amnistía Internacional en su informe del 2022 denunció a Israel de cometer actos crueles e inhumanos contra palestinos “como la confiscación masiva de tierras y propiedades, los homicidios ilegítimos, las lesiones graves, los traslados forzosos, las restricciones arbitrarias de la libertad de circulación y la denegación de la nacionalidad, entre otros, hacían a las autoridades israelíes responsables del crimen de lesa humanidad de apartheid, que es competencia de la Corte Penal Internacional"; además denunció: “En Cisjordania, las comunidades palestinas seguían estando controladas y fragmentadas por 175 puestos de control permanentes y otros controles de carretera, así como por decenas de barreras irregulares temporales y un régimen de permisos draconiano, respaldado por un represivo sistema de vigilancia biométrica (…) Decenas de miles de personas palestinas seguían expuestas a sufrir desalojos forzosos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, entre ellas unas 5.000 que vivían en comunidades de pastores del valle del Jordán y las colinas del sur de Hebrón. Las autoridades israelíes demolieron unas 952 estructuras palestinas en toda Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, lo que provocó el desplazamiento de 1.031 personas palestinas y afectó a los medios de vida de miles de personas más”. ¿Exagera acaso Amnistía Internacional? Acaso esta situación influyó en la frase de Guterres. En un reporte de Reuters, citado por BBC Mundo, se informó: “El estallido de protestas en Cisjordania pone de relieve la ira palestina latente desde hace mucho contra Abbas, cuyas fuerzas han enfrentado críticas por coordinar con Israel la seguridad en el territorio”. Esta situación le resta autoridad al jefe de la ANP al que nunca Israel tomó en consideración pese a que ha sido contrario a Hamás.

Ahí están los acontecimientos, las realidades, Hamás, como reporta EFE está ganando adeptos en la Cisjordania ocupada donde “más jóvenes se ven seducidos para unirse a milicias locales inspirados por las acciones del grupo que gobierna en Gaza”. Son jóvenes, que, como anota la reportera de EFE, Susana Samhan, “no tienen ni oficio ni beneficio, ya que apenas hay trabajo y quienes podían cruzar a Israel antes del comienzo de la guerra con Hamás ahora no tienen permitido hacerlo”. Esto solo responde a un hecho, la imposición israelí de impulsar asentamientos de colonos judíos en aquella región, en choque violento con los habitantes del lugar, y demuestra la incapacidad política de encontrar un aliado estratégico en contra de la influencia de Hamás y de no retornas a los acuerdos de Oslo de 1993

No quedan esperanzas para los civiles gazatíes en medio de un Armagedón devastador, surgido de la irresponsable acción ejecutada por Hamás y de la respuesta enérgica y terrible que desatara Israel. Israel se defiende, es su derecho, pero la batalla, el combate no se realiza a campo descubierto, sino dentro del entorno de una ciudad con una muy elevada densidad poblacional (13 121,8 hab/km²), donde, a la fecha se reportan 7 028 palestinos muertos y al menos 18 484 han resultado heridos, y el 25 % del área poblada está parcial o totalmente destruida, lo que equivale en cifras objetivas, a más de 200 000 viviendas.

El ataque del 7 de octubre contra Israel dejó un saldo de 1 400 israelíes muertos. La desproporción entre las cifras de víctimas en Israel y las producidas en Gaza es espeluznante. Entonces se propone un alto al fuego humanitario, que ni Hamás ni Israel acatarán, y hasta “pausas humanitarias” como ha propuesto Estados Unidos, que más posibilidades de ser acatadas por ambas partes en conflicto. Sin embargo, ni esta propuesta ni la que pide el alto al fuego ha tenido el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hamás está más preparado para entablar una guerra urbana que las mismas fuerzas israelíes; como han opinado algunos especialistas, Hamás busca ganar tiempo en una batalla de calle por calle aplicando la táctica que, los alemanes calificaron de rattenkrieg (guerra de ratas) el uso de sus túneles y hasta de las alcantarillas para infligirle un alto costo político a Israel cuando lance su ofensiva terrestre. Una batalla urbana generará muchos daños colaterales y la pérdida de la vida de muchos civiles. Nada de esto le importa a los fanáticos yihadistas de Hamás.  Para cumplir su misión en Gaza, el ejército israelí, según la opinión del comandante (retirado) John Spencer, en medio de los combates urbanos enfrentando a guerrilleros que conocen mejor el terreno, tendrá que destruir “entre el 80 y el 90% de las infraestructuras y edificios de las zonas urbanas de Gaza. Esto cambiará el paisaje de esta zona durante una generación”. Gaza terminará pareciéndose a como quedó reducida la ciudad de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos civiles de Stalingrado perdieron la vida durante los combates urbanos llevados a cabo entre las fuerzas soviéticas y las alemanas, pero a diferencia de Gaza, muchos de ellos pudieron abandonar la ciudad para encontrar refugio en zonas más seguras, opción esta que los gazatíes no poseen.

La presión internacional sobre Israel será poderosa. Esto es lo que pretende Hamás, hacerle todo el daño moral y político a Israel. La guerra de contención que tiene que emprender Israel se verá, en la medida que esta se alargue y continúen los ataques de los colonos extremistas a los palestinos de la Cisjordania como una “guerra de venganza” como la ha denominado Riad al Malki, ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El presidente Biden se ha referido a esos colonos extremistas y condenado sus acciones: “Se hizo un trato. Se llegó a un acuerdo y están atacando a los palestinos en lugares a los que tienen derecho a estar Esto tiene que parar. Tienen que rendir cuentas. Tiene que parar ahora”. El Ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, un colono de extrema derecha con un historial de incitación antiárabe, había distribuido armas a los colonos, muchos de los cuales ya estaban fuertemente armados, así lo reportó la Voz de América. 

En cuanto al apoyo exclusivo, ya sea a Israel como a Hamás o a la causa palestina independiente de Hamás y de la Yihad Islámica, hay que encontrar un punto de equilibrio político. Bajo la excusa de los bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, que han ocasionado cientos de civiles muertos, no se debe omitir la condena a los yihadistas palestinos de Hamás y Yihad Islámica. No hacerlo en nada contribuye a una solución de paz. Como lo afirmó Gilad Erdan el embajador de Israel ante la Asamblea General de la ONU al poner en claro que a Hamás no le importa ni el pueblo palestino ni la paz o el diálogo sino "aniquilar Israel y asesinar a todos los judíos sobre la faz de la Tierra". Antonio Guterres había expresado en el Consejo de Seguridad, poniendo de relieve las quejas de los palestinos: “El pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante (…) han visto sus tierras constantemente devoradas por los asentamientos y plagadas de violencia. Su economía fue asfixiada. Su gente fue desplazada y sus hogares demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”; para luego agregar: "Pero las quejas del pueblo palestino no pueden justificar los terribles ataques de Hamas. Y esos ataques atroces no pueden justificar el castigo colectivo del pueblo palestino".

Hay una realidad presente en antecedentes, la cual fue expuesta por el secretario general adjunto de Asuntos Políticos de la ONU, Tayé-Brook Zerihoun al decir:   "Los acontecimientos en Gaza hoy son un nuevo y doloroso recordatorio de las consecuencias de una paz perdida entre Israel y Palestina y de la necesidad de intensificar nuestros esfuerzos en apoyo a una resolución pacífica del conflicto". Esta es la causa principal de la ruptura del equilibrio político en la región; no obstante, a la hora, es casi imposible una resolución pacífica del conflicto. La solución a cualquier posible futuro conflictos está en la voluntad política de los dirigentes de Israel para facilitar la existencia de un Estado palestino independiente. Como el presidente francés, Emmanuel Macron le dijera al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que la seguridad de Israel y la estabilidad en Oriente Medio no serán duraderas a menos de que reconozca “el derecho legítimo de los palestinos” a tener su propio Estado. “la seguridad de Israel no puede ser duradera sin la reanudación decisiva del proceso político con los palestinos”. Si desde los acuerdos de Oslo de 1993 y 1995, acuerdos estos provisionales y entre ellos un compromiso por parte de Israel de detener la expansión de los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania. Lo cual no fue aceptado por Israel. Si se hubieran ampliado las conversaciones para garantizar una paz permanente, no provisional, entre Israel y Palestina; si se hubieran detenidos los asentamientos ilegales en Cisjordania y si se hubieran conversaciones serias para el reconocimiento de dos estados, israelí y palestino, Hamás no habría podido consolidarse. Ahora ya es tarde. La guerra continuará y continuará también el holocausto palestino en Gaza.

lunes, 23 de octubre de 2023

HAY QUE IMPEDIR QUE TERCEROS SAQUEN VENTAJAS EN EL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y HAMAS

 

Mario J. Viera

 


Existen análisis minuciosos, como el estudio que recientemente realizara CNN, de que Israel no cometió la idiotez de atacar un hospital de Gaza. Todo indica que la versión israelí del siniestro es válida y todo parece indicar que fue un misil desviado de Yihad Islámica lo que provocó la tragedia, lo que tergiversó Hamás para alimentar su propaganda anti israelí y buscar agitar al mundo islámico en su odio a la nación israelí. Hamás está utilizando a la población gazatí como escudo humano para proteger sus puestos de comandos.

Hamás, por otra parte, se siente envalentonado por el ataque sorpresivo del 7 de octubre que lanzó sobre Israel, aprovechándose de la situación política interna de Israel y con la capacidad que pudo demostrar en el asalto a varias poblaciones israelíes aledañas a la franja de Gaza. Hamás recibe apoyo de inteligencia y de suministro de armas de parte de Irán, el irreconciliable enemigo de Israel; pero al mismo tiempo, Hamás teme que la ofensiva de Israel logre desmantelar toda su estructura militar y por eso espera poder resistir en Gaza amparado en el desastre en vidas humanas civiles que pudiera ocasionar una invasión por tierra de Israel en la franja de Gaza. A Hamás le importa un bledo esas vidas que puedan perderse en el asalto, ellas les servirán para mostrarse como víctima de la crueldad israelí y como el adalid de la causa palestina; y, de este modo, agitar el avispero de todos los musulmanes y de todos los enemigos internacionales de Israel.

Se puede y hasta se debe criticar los desaciertos israelís en la Cisjordania ocupada, en las violaciones de los derechos humanos de los palestinos causadas por los colonos judíos asentados de manera ilegal en Cisjordania y en los desafueros que ha cometido en el sector oriental de Jerusalén. Pero Israel es un Estado, definido, existente, con capacidad disuasoria y la única democracia existente en el Medio Oriente.

En la Cumbre de Egipto por la Paz el llamado general del sector musulmán clamó constantemente por el alto al fuego; pero ese alto al fuego no puede ser unilateral por parte exclusivo de Israel. Ese sería el error más garrafal de Israel, como así lo menciona el profesor Eitan Shamir “si Israel pusiera fin a la guerra sin destruir el régimen de Hamas en Gaza y sus capacidades militares, se consideraría un éxito para Hamas. Esto serviría de modelo e inspiración para otros actores radicales de la región que buscan la eliminación de Israel”. Y esos actores radicales en lo externo, Irán y Hizbulá; Siria y el Líbano, sin dejar de excluir a Irak, solo están esperando el momento propicio

Hay que evitar que terceros saquen ventaja del conflicto militar entre Israel y Hamás. En esto Estados Unidos, con todo su poderío militar puede jugar un papel de suma importancia. Ya el presidente Biden lo ha expresado claramente: “Estados Unidos está junto al pueblo de Israel, nunca dejaremos de respaldarlos… y el apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable”. Así lo reafirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos Lloyd Austin: "Así que no se equivoquen: Estados Unidos se asegurará de que Israel tenga lo que necesita para defenderse". Así ha quedado evidenciado por el despliegue de dos acorazados de Estados Unidos en el Mediterráneo y de escuadrones de aviones cazas F-15, F-16 y aviones de ataque A-10.

La ONU, sin que tenga que desistir del reclamo a Israel de cumplir con lo estipulado en el artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra; sin dejar de considerar que Jerusalén Este está ocupado militarmente por Israel y de no dejar de reconocerlo como una anexión, debiera exigir “manos fuera” del conflicto actual originado tras la agresión del 7 de octubre. Allí, en la Cumbre de Egipto por la Paz, Antonio Guterres exhortó: "Los israelíes deben ver materializadas sus necesidades legítimas de seguridad, y los palestinos deben ver realizadas sus aspiraciones legítimas de un Estado independiente, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas, el derecho internacional y los acuerdos previos" Pero esa aspiración solo podrá conseguirse si Israel puede desactivar todo el andamiaje de Hamás y se impida la intromisión de los enemigos de Israel en los enfrentamientos que se están produciendo en Gaza.

Antes de que Israel se decida por la acción ─ que puede considerarse como impopular y yo mismo la considero repugnante, pero que se tiene que tomar ─ de entrar con toda su fuerza en la franja de Gaza para batir y aniquilar para siempre a Hamás y la Yihad Islámica, se debiera hacer por parte de Estados Unidos un gran esfuerzo diplomático entre los países árabes aledaños a Israel dirigido a conseguir  la neutralidad de ellos y dejar bien en claro que Estados Unidos se mantendrá firmemente de parte de la supervivencia de Israel, que no permitirá una agresión por parte de terceros contra Israel.

Es importante exigirle a Irán que se mantenga al margen de los combates entre Israel y Hamás que no se le permitirá de ningún modo que pueda desestabilizar el statu quo de la región y la expansión del conflicto armado.

Luego llegará el momento cuando los israelís le reclamen responsabilidades al gobierno de Netanyahu y se emprendan planes serios y equitativos para la conformación de dos Estados independiente, el de Israel y el de Palestina dirigido a la consolidación de una paz segura. Pero primero acabar con Hamás.

domingo, 22 de octubre de 2023

PUES MAL QUE BIEN, LA CUMBRE EN EGIPTO CIERRA SIN UNA DECLARACION CONJUNTA

Mario J. Viera



Mientras que los representantes de Occidente en la Cumbre ─ España. Italia, Grecia, Canadá, Alemania, Francia Inglaterra. Noruega, y Brasil único representante por América Latina ─ se manifestaban, en general, en el reconocimiento del derecho de Israel a su defensa, pero dentro del derecho internacional, y, a la vez que condenaban las acciones terroristas de Hamás y a favor de una cuantiosa ayuda humanitaria, se mostraron partidarios a favor del establecimiento de los dos Estados, los representantes del mundo musulmán se centraron más en la condena a los actos de guerra de Israel y se mostraban preocupados por una posible expansión del conflicto en todo el Medio Oriente, sin expresar ninguna condena explícita o implícita a Hamás.

Claro está que dentro de estas dos posiciones no podría alcanzarse un consenso para una declaración conjunta. Al fin de cuentas, parece ser que Israel sigue siendo el malo, el rufián de la película árabe. Las principales propuestas de ambas partes se dirigían a un alto al fuego humanitario y la asistencia o auxilio humano a los habitantes de Gaza. ¿Qué más? Sí, lo que había propuesto el presidente egipcio, que lo más importante para la reunión sería el “llegar a una hoja de ruta con el objetivo de acabar con la crisis humanitaria y empezar a activar el flujo de ayuda a la franja de Gaza”, ¡Claro está que, en una Cumbre con tantos representantes de alto nivel, lo más importante sería llegar a una hoja de ruta para la solución de todo el conflicto y para asegurar una paz permanente en Medio Oriente!

Ahora bien, la propuesta que más se enfatizó en la Cumbre fue la de un alto humanitario al fuego; proposición esta, humanista, hermosa, brillante; sin embargo, cabe una duda ¿a quién proponerle el alto al fuego? ¿A quienes lo iniciaron o a quienes lo respondieron con fuego? ¿A Israel? ¿A Hamás? Ninguna organización terrorista se conmueve ante tan patéticos reclamos humanitarios. Eso lo dejó bien en claro Al Qaeda y lo dejó también en claro el Dáesh (ISIS). Hamás nunca se decidiría por un alto al fuego y mucho menos ahora; su propósito es destruir el Estado israelí; por lo tanto, el esfuerzo solo conduce a un callejón sin salida.

Lo único que le toca emprender a Israel es destruir físicamente a Hamás y a Yihad Islámica Palestina; pero con eso solo no basta, se requiere también erosionar su influencia dentro del mundo islámico y mucho más en la Palestina. Tarea bien difícil. Se requiere un poderoso esfuerzo político y diplomático israelí dirigido hacia los musulmanes comenzando por la Autoridad Nacional Palestina suprimiendo los ilegales asentamientos de colonias de judíos en los territorios ocupados de la Cisjordania; pero esto requiere una voluntad política que no existe en el ánimo de Benjamin Netanyahu; facilitando el suministro de ayuda humanitaria para el pueblo gazatí a través de la puerta de Rafah en la península del Sinaí. Restarle fuerza moral a Hamás y a Yihad Islámica, buscando para ello acuerdos con Jordania, Egipto y Turquía. Israel debe demostrar que toma muy en serio la protección de la vida de los civiles de Gaza y que no pretende hacer con los gazatíes lo que en la antigüedad hiciera Nabucodonosor con el pueblo judío.

Israel debe demostrar estar dispuesto a cumplir todas las resoluciones de las Naciones Unidas en cuanto al conflicto de Cisjordania. Iraníes y palestino deben dejar de mirarse unos a otros con desconfianza, como enemigos, sino como agentes iguales en búsqueda de una solución pacífica para siempre. Cuando esto ocurra, cuando se establezcan los límites territoriales de dos Estados independientes, Hamás o cualquier otra organización extremista será vista por los palestinos como un verdadero factor desestabilizante del bienestar y el sosiego de su nación. Cuando esto se consiga Irán quedará aislado.

sábado, 21 de octubre de 2023

¿QUIEN FUE? ¿ISRAEL? ¿LA YIHAD ISLAMICA?

 

Mario J. Viera

 


Lo que anhelaba Hamás parece estar próximamente alcanzado: unir a todo el mundo islámico en contra de Israel. El fatídico misil que estalló sobre un hospital de Gaza, el hospital Al-Ahli, ha posibilitado ese objetivo. De inmediato, tras el estallido de ese misil ocurrido sobre las 7:50 pm (hora local), Hamás se apresuró a culpar del siniestro a Israel, “crimen de guerra” denunció la organización islamista de Gaza. Israel lo ha negado: "Inteligencia de múltiples fuentes que tenemos en nuestras manos indica que Yihad Islámica Palestina es responsable del lanzamiento fallido del cohete que impactó en el hospital de Gaza". Así lo comunicaron las Fuerzas de Defensa Israelí. Acusación esta que Yihad niega rotundamente.

¿Quién dice la verdad? Hasta ahora no hay evidencias definitivas sobre quien fuera el culpable del siniestro. Sin embargo, para casi todas las opiniones internacionales, no solo las del campo islámico, Israel es el principal sospechoso; ¿acaso no despiertan suspicacia las palabras del ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, expresadas en su cuenta de Telegram?: "Hasta que Hamás no libere a los rehenes que tiene en sus manos, lo único que necesita entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la Fuerza Aérea, ni un gramo de ayuda humanitaria",

Y son cientos de toneladas de explosivos israelíes las que caen sobre la densamente poblada ciudad de Gaza; como son también los desmanes cometidos por las fuerzas de Israel y de los colonos asentados en los territorios ocupados por Israel en la Cisjordania.

¿Habrá cometido Israel, en realidad, esa estupidez de bombardear un hospital civil? La Organización Mundial de la Salud, sin mencionar directamente a Israel, parece creerlo, cuando expresó:  "Se debe respetar el derecho internacional humanitario, lo que significa que la atención de salud debe protegerse activamente y nunca ser un objetivo". La ONG Médicos sin Fronteras se ha expresado en igual sentido: "Nada justifica este espantoso ataque contra un hospital y sus numerosos pacientes y personal sanitario, así como contra las personas que allí buscaban refugio. Los hospitales no son un objetivo. Este derramamiento de sangre debe terminar. Ya basta".

Biden, tras su entrevista con Netanyahu en Israel, no puso en duda la versión israelí; así mismo lo considera el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, según expresó su vocera Adrienne Watson en un mensaje colocado en la plataforma X: Si bien seguimos reuniendo información, nuestra evaluación actual, basada en el análisis de imágenes aéreas, interceptaciones e información de fuentes abiertas, es que Israel no es responsable de la explosión en el hospital de Gaza”. Esta posición estadounidense parece ser precipitada y pudiera poner en riesgo la credibilidad de Estados Unidos, si a la postre, resultara que fue un misil de Israel el que impacto sobre el hospital Al-Ahli.

Dentro de este sentido, lo anotado en Linkedin por Josh Paul, un funcionario del Departamento de Estado, al renunciar a su cargo "debido a un desacuerdo de política con respecto a nuestra continua asistencia letal a Israel" ─ tal como lo recogió CNN ─: “…creo hasta la médula de mi alma que la respuesta que está dando Israel, y con ella el apoyo estadounidense tanto a esa respuesta como al statu quo de la ocupación, sólo conducirá a un sufrimiento mayor y más profundo tanto para el pueblo israelí como para el palestino, y no redunda en el interés estadounidense a largo plazo (…)  el apoyo ciego a un bando es destructivo a largo plazo para los intereses de las personas de ambos bandos”.

El Parlamento Europeo ha sido más cauto en cuanto al tema del misil sobre el hospital de Gaza, pues a la vez que insistió en la necesidad de eliminar a Hamás, y el reclamo a Israel para “cumplir estrictamente el Derecho Internacional humanitario”, también pidió que se abra una investigación para que los responsables del ataque al hospital Al-Ahli rindan cuentas por tal acción.

Si en realidad no fue Israel quien provocó el siniestro y tal como alega este, se debió a un mal dirigido misil de la Yihad Islámica Palestina, entonces el hecho continuaría siendo aprovechado por Hamás para su propaganda en contra del Estado judío. Si esto fue así la propaganda psicológica influiría en las mentes de todos los musulmanes del mundo para negar la verdad; una influencia psicológica ya existente en ellos para seguir viendo a Israel como el origen de todos los males; porque, ciertamente Israel ha cometido muchos errores políticos en cuanto a los palestinos con su obstinación de no reconocer a la Autoridad Nacional Palestina, con su política de reforzar los asentamientos de colonos judíos en los territorios ocupados por Israel en Cisjordania desde 1967, con su imposición de hacer de Jerusalén de ser una ciudad solo israelí y negar el derecho internacionalmente reconocido a la Autoridad Nacional Palestina sobre el este de Jerusalén; errores políticos que continuarán alimentado la propaganda islamista. Hay por otro lado un choque de cultura marcado por corrientes fanáticas entre islamistas y judeistas; un choque entre el Coram y la Torá.

El conflicto de ahora tiene como sustento algunas cuestiones pendientes que requieren solución. Primero dialogar en paridad para resolver el establecimiento de un Estado Palestino dentro de unas fronteras definidas y respetadas por ambas partes; definir de manera justa, sin imposiciones de poder el estatus de Jerusalén; y dar solución al problema de los 750 mil refugiados palestinos (la llamada Nakba palestina) y de las colonias judías en Cisjordania. Por supuesto, Israel debe estar dispuesto a retornar a sus fronteras de antes de 1967, con la exclusión de los Altos del Golán. Nada de esto está dentro de la agenda política del ultraderechista Benjamin Netanyahu ni del Likud; como tampoco está en la agenda de los fanáticos islamistas Hamás y Yihad Islámica Palestina.

martes, 17 de octubre de 2023

COMO DIJO MUJICA: “ahí hay vida humana, no son perros”

 

Mario J. Viera

 


La respuesta de Israel contra la agresión de Hamás ha sido contundente, si por contundente debemos entender, violenta, furiosa, sin importar para nada vida de civiles, de personas comunes, que nada tienen que ver con las milicias terroristas de la franja de Gaza. Pedirles a los civiles que habitan en la densamente poblada ciudad de Gaza desplazarse hacia el sur de la franja para después lanzar sobre ese territorio un poderoso bombardeo no solo es paradójico, sino también inhumano. No es, bajo ninguna manera, acabar con la maldad.

Contra Hamás Israel ha desencadenado la represalia; ha bloqueado todo suministro de agua, electricidad, combustibles y alimentos a Gaza, y ahora solo ha permitido que se suministre agua, pero solo ha sido, como informa EFE, menos del 4% del agua que consumía la población de Gaza antes del inicio de la guerra que Hamás inició. En la puerta de Rafah, espera un convoy de ayuda humanitaria por la autorización israelí. Los hospitales en Gaza han colapsado por la falta de electricidad y combustible, la situación de los gazatíes es desesperante.

Pero Hamás cree, así lo piensa que, con su temerario y criminal ataque a Israel pretende unificar a todos los palestinos en una guerra sagrada contra el Estado de Israel a fin de hacerle desaparecer como nación. Hamás. como lo asegura Peter Bergen quien fuera oficial de inteligencia en Israel, pretende “controlar todo el sistema palestino, lo que significa la Autoridad Palestina y la OLP. Hamas percibe a la Autoridad Palestina como colaboradora de Israel y quiere socavarla. Quieren colapsar la Autoridad Palestina y, por tanto, Hamas es la amenaza más grave para la supervivencia de la Autoridad Palestina”.

Sí, la represalia de Israel contra Hamás ha de ser todo lo fuerte que sea necesaria y hasta recurrir a sus fuerzas para entrar dentro de Gaza a fin de destruir para siempre a los caudillos terroristas; pero nunca condenar a toda la población de Gaza a la triste suerte de la Jericó bíblica, pues como bien dijera el expresidente de Uruguay, José Mujica, “ahí hay vida humana, no son perros”.  

lunes, 16 de octubre de 2023

LA DISYUNTIVA ENTRE ISRAEL Y LA AUTORIDAD NACIONAL PALESTINA

 

Mario J. Viera

 


La guerra con toda su presencia de sangre, destrucción y desolación ya azota a las regiones de Israel y de la franja de Gaza. Todo comenzó con la violenta agresión desatada por Hamás, que causó la muerte de más de 1,300 israelíes, la mayoría. Civiles incluyendo niños. No existía un antecedente inmediato, por el cual Hamás, la organización terrorista que ejerce el poder de facto sobre Gaza, pudiera justificar el ataque con miles de misiles sobre Israel. El gobierno hebreo fue tomado por sorpresa. Sin embargo, era este el momento preciso que supo aprovechar Hamás. Como apunta el profesor israelí Yuval Noah Harari, “los israelíes están pagando el precio de años de arrogancia, durante los cuales nuestros gobiernos y muchos israelíes comunes y corrientes sintieron que éramos mucho más fuertes que los palestinos y que simplemente podíamos ignorarlos. Hay mucho que criticar sobre la forma en que Israel ha abandonado el intento de hacer la paz con los palestinos y ha mantenido durante décadas a millones de palestinos bajo ocupación”. Nada de esto, por supuesto, justifica las atrocidades cometidas por Hamás, pero la situación política dentro del Israel la supo aprovechar Hamás.

Y continúa su análisis Harari, explicando lo que denomina “disfunción del Estado” de Israel: “La verdadera explicación de la disfunción de Israel es el populismo (…) Durante muchos años, Israel ha sido gobernado por un hombre fuerte, un populista, Benjamín Netanyahu, que es un genio de las relaciones públicas pero un primer ministro incompetente. En repetidas ocasiones ha preferido sus intereses personales al interés nacional y ha construido su carrera dividiendo a la nación contra sí misma. Ha designado personas para puestos clave basándose más en la lealtad que en las calificaciones, se ha atribuido el mérito de cada éxito, pero nunca ha asumido la responsabilidad de los fracasos, y parece dar poca importancia a decir o escuchar la verdad”. La coalición de gobierno de Netanyahu, expone Harari, es “una alianza de fanáticos mesiánicos y oportunistas descarados, que ignoraron los numerosos problemas de Israel (incluido el deterioro de la situación de seguridad) y se centraron en cambio en hacerse con un poder ilimitado. Para lograr este objetivo, adoptaron políticas extremadamente divisivas, difundieron escandalosas teorías de conspiración sobre instituciones estatales que se oponen a sus políticas y etiquetaron a las élites al servicio del país como traidoras del ‘Estado profundo’”.

Y sobre este mismo tema otro intelectual y político israelí, Shlomo Ben-Ami refiere: “Tarde o temprano, la magia política destructiva del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que lo ha mantenido en el poder durante 15 años, estaba destinada a marcar el comienzo de una tragedia mayor. Hace un año, formó el gobierno más radical e incompetente de la historia de Israel”. Agrega Ben-Ami: “Pero al descartar cualquier proceso político en Palestina y afirmar audazmente, en las directrices vinculantes de su gobierno, que ‘el pueblo judío tiene un derecho exclusivo e inalienable a todas las partes de la Tierra de Israel, el gobierno fanático de Netanyahu hizo inevitable el derramamiento de sangre (…) Netanyahu invitó imprudentemente a la violencia al pagar a sus socios de coalición cualquier precio por su apoyo. Les permitió apoderarse de tierras palestinas, expandir los asentamientos ilegales, despreciar las sensibilidades musulmanas con respecto a las mezquitas sagradas en el Monte del Templo y promover delirios suicidas sobre la reconstrucción del Templo bíblico de Jerusalén (en sí mismo una receta para lo que podría ser la madre de todas las yihads musulmanas). Mientras tanto, también marginó al liderazgo palestino más moderado de Mahmoud Abbas en Cisjordania, reforzando efectivamente al radical Hamas en Gaza”.

Sin embargo, pasado el primer estado de estupor, la respuesta israelí no se hizo esperar. Movilizadas sus tropas eliminaron a los invasores de las milicias armadas de Hamás, las que a su paso por territorio de Israel cometieron atroces ataques contra ciudadanos civiles, asesinatos, violaciones sexuales y torturas. Y lanzó Israel su arsenal de misiles sobre Gaza. No se podía ajustar la respuesta armada a consideraciones humanitarias; se trataba de la supervivencia nacional. La respuesta fue violenta sobre un enclave donde se hacinan 2, 3 millones de personas.

Se conmociona el mundo musulmán; no condenan la agresión de Hamás, condenan la reacción defensiva-ofensiva de Israel. Arabia saudita decide suspender las conversaciones para una posible normalización de las relaciones bilaterales. Como informó France 24, la monarquía árabe condenó la respuesta de Israel de bombardeo sobre “civiles indefensos” en Gaza, rechazando "categóricamente" cualquier ataque a la población civil palestina.

Loa ayatolas de Irán se frotan las manos y acusan de “criminales de guerra” a los israelitas y a quienes les apoyan. No se oculta su alianza estratégica con el grupo terrorista gazatí. Hamás cuenta con todo el respaldo de Irán y el financiamiento por parte de Qatar.

Pero Israel no se detiene quiere eliminar para siempre a los terroristas de Hamás e impone un poderoso bloqueo a la franja de Gaza al acceso del suministro de agua y electricidad, además de la entrada de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales. ¿Cruel? Sí, pero más lo es el que Hamás utilice a los civiles de Gaza como escudo humano para lanzar con cierta impunidad sus ataques sobre Israel, La situación de Gaza cada vez se hace más angustiante; como lo expresó France 24: “No hay electricidad, agua, combustible para que funcionen los generadores en los hospitales, y ya casi no queda comida”.

El régimen implantado en Gaza nunca ha podido superar la pobreza de la población gazatí que se ha agravado con el bloqueo que Israel mantiene sobre ese territorio y las sanciones económicas que algunos países de Europa mantienen sobre el territorio; en el 2019 el desempleo ascendió hasta el 53% de la población activa. Hamás no quiere ningún acuerdo con Israel, pretende mantener su hegemonía sobre el territorio de Gaza, y el gobierno ultra derechista de Netanyahu le ha abierto la puerta para hacer validez de su arrogancia fanática.

El territorio de 360 km² de Gaza es uno de los más densamente poblados del mundo alcanzando una densidad poblacional de 5,046 hab/km². La ciudad de Gaza situada a la rivera del Mediterráneo tiene una extensión superficial de 45 km² con una densidad poblacional de 13 121,8 hab/km². Así se puede apreciar la gravedad de un ataque poderoso por parte de Israel, la devastación de una ciudad tan densamente poblada, miles de civiles pagaran caro la osadía de Hamás, un apocalipsis sobre Gaza. Sí así será de acuerdo a lo que asegura el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi: “Nuestra responsabilidad ahora es entrar en Gaza, ir a los lugares donde Hamás se está preparando, actuando, planificando y lanzando. Para atacarlos en todas partes, a cada comandante, a cada operativo, destruir toda su infraestructura”,

Una reunión urgente del Consejo Europeo. De acuerdo con reporte de EFE en ese encuentro se reconoció “enérgicamente” el derecho de Israel a defenderse de ataques como el perpetrado por el movimiento islamista Hamás, pero subrayando que la respuesta debe estar en línea con “el derecho humanitario e internacional” y que se debe “garantizar la protección de todos los civiles”. ¿Es acaso posible, ahora, en estos momentos garantizar la protección de todos los civiles de Gaza? Lo dudo.  

Los 27 del Consejo de Europa recalcaron que continúan comprometidos con “una paz duradera y sostenible basada en la solución de dos Estados” mediante “esfuerzos renovados” en el proceso de paz de Oriente Medio, informó EFE. “Subrayamos ─ expresaron los 27 en un comunicado ─ la necesidad de comprometernos ampliamente con las autoridades palestinas legítimas, así como con los socios regionales e internacionales que podrían desempeñar un papel positivo en la prevención de una nueva escalada”, Esto, por supuesto nada le dice a Hamás que solo quiere anegar en sangre a todo Israel sin importarle la sangre de civiles se derrame en la Franja de Gaza. Israel no se detendrá hasta ver aniquilada Hamás y todas sus fuentes de aseguramiento militar. ¿Después qué sucederá?

He ahí donde quedará plasmada la disyuntiva para Israel y la Autoridad Nacional de Palestina. Resolver todas las contradicciones por medio de negociaciones serias que conduzcan al establecimiento de dos Estados soberanos que pudieran firmar un tratado de paz permanente. Pero primero, Israel debe retirarse de las zonas ocupadas de la Cisjordania, renunciar a los asentamientos de colonos judíos en esos territorios ocupados por Israel. Pero mientras exista un Netanyahu en el poder, las heridas no se subsanarán; las contradicciones continuarán y se levantarán nuevos Hamás, continuarán fortaleciéndose los guerrilleros libaneses de Hezbolá y el cercano oriente continuará siendo una zona conflictiva.